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Bolivarian Republic of Venezuela: support project for small producers in the semi-arid zones of Falcon and Lara States (PROSALFA) - Extract of Agreement at Completion Point

10 julio 2003

Evaluación intermedia 1


Un juicio o evaluación sintética sobre el desempeño del proyecto es siempre necesario aunque no necesariamente tal cometido refleje rigurosamente todos los aspectos involucrados. Al respecto, es posible afirmar que PROSALAFA puede ser calificado sintéticamente como un proyecto de ejecución más que satisfactoria, dados los obstáculos contextuales, pero que todavía constituye un esfuerzo inconcluso para la consolidación de sus logros y para la obtención completa de los objetivos originales.

El objetivo general del proyecto fue enunciado como el de “elevar los ingresos y mejorar las condiciones de vida de los pequeños productores y pescadores de las zonas del proyecto y al mismo tiempo promover el ordenamiento racional de los recursos naturales”. Con este nivel de enunciación, el proyecto ha conseguido lograr este objetivo.

La ejecución del PROSALAFA muestra que aún en las difíciles circunstancias del país, el proyecto pudo llevar adelante sus actividades y componentes principales y obtener un número significativo de resultados positivos (“logros”) que o bien ya dan lugar a impactos favorables sobre el bienestar de los beneficiarios o bien sientan las bases para que dichos impactos se produzcan en el futuro.

Se ha constatado que PROSALAFA ha sido implementado con gran dinamismo y creciente eficacia y eficiencia. Más allá de observaciones focalizadas en componentes y enfoques del Proyecto, PROSALAFA es ahora un proyecto instalado en la región, con productos y efectos difundidos satisfactoriamente y con logros relevantes en el establecimiento de bases para la obtención de los objetivos iniciales.

En breve, el Proyecto consiguió combatir con éxito el principal obstáculo detectado durante la formulación o sea la escasez de agua para consumo humano y para fines de irrigación y abrevaderos animales (metas físicas logradas entre un 70% y un 140% según el subcomponente considerado). Este resultado se obtuvo con fuertes logros en la motivación y organización de base no existentes previamente en la zona. Lo último facilitó los cometidos perseguidos en materia de generación, validación y transferencias de tecnologías adoptadas en forma significativa. A pesar del escaso crédito institucional (que no obstaculizó mayormente las inversiones prediales) se constituyó una alternativa válida para la movilización de ahorros y el acceso a servicios financieros mediante las Cajas Rurales. Todos estos resultados de la ejecución redundaron en contribuciones muy importantes al objetivo perseguido de mejorar los ingresos reales de los beneficiarios y a varios impactos positivos en el bienestar social de esta población.

Sin embargo, el Proyecto registra aún una ejecución presupuestaria de solamente el 70% cuando han pasado casi diez años desde su inicio. La inestabilidad político-institucional y varios programas de ajuste del gasto público durante los años de ejecución explican en gran medida este sub-financiamiento de las actividades del Proyecto. La Unidad de Ejecución del Proyecto (UEP) fue siempre capaz de gastar los créditos presupuestarios otorgados, tanto en los años de recorte como en los posteriores de mayor asignación, lo cual revela que la subejecución financiera no reflejaba incapacidad gerencial de implementación.

Este indicador de subejecución se explica en buena parte por la ausencia de implementación del componente de crédito aunque también implica la no-satisfacción de un conjunto de demandas relacionadas con infraestructura de aprovechamientos hídricos, mayor cobertura de la adopción tecnológica, mejoras en la comercialización y falta de consolidación de instancias organizativas de mayor nivel.

Se concluye que el área del proyecto y sus beneficiarios requieren aún de más tiempo de apoyo externo para asegurar los logros alcanzados y conseguir mejores condiciones de sostenibilidad. Una segunda etapa de PROSALAFA constituiría un instrumento sumamente adecuado para lograr este cometido. En este sentido, se recomienda analizar la factibilidad de ejecutar una segunda fase del proyecto, tomando en cuenta para su formulación el conjunto de hallazgos y recomendaciones de esta evaluación intermedia.

El GOV deberá asegurar créditos presupuestarios para el ejercicio 2003 que permitan la utilización de los recursos todavía no utilizados del préstamo FIDA y las contrapartes con recursos locales para poder completar el conjunto identificado de actividades pendientes y permitir una transición más adecuada hacia la eventual segunda etapa de PROSALAFA. Se recomienda que se tomen los recaudos necesarios para asegurar este cometido durante la preparación y discusión del Presupuesto Nacional para el 2003 y que se solicite una última ampliación de la fecha de cierre del préstamo.

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Desempeño de la dirección del proyecto

Las funciones gerenciales de la UEP han tenido un desempeño más que satisfactorio. El proyecto mantuvo continuidad de la gerencia y de la mayor parte del personal profesional y técnico a lo largo de casi ocho años. Esta continuidad, verdaderamente elogiable dada la inestabilidad institucional del período, permitió mantener líneas de actividad, enfoques consistentes y acciones constantes en beneficio del grupo-objetivo aún con recursos materiales significativamente inferiores a los presupuestados. Las funciones de seguimiento y evaluación se ejecutaron adecuadamente aunque con algunas carencias operativas.

La ejecución descentralizada del PROSALAFA ha sido un acierto en cuanto a preservar al proyecto de las numerosas variaciones de autoridades e incumbencias institucionales. Esta circunstancia no habría sido suficiente si el equipo técnico de la UEP no hubiera mantenido un alto nivel profesional y la mayor independencia posible de presiones coyunturales: al respecto, cabe destacar la importancia de los mecanismos de selección y contratación por concurso de la mayor parte de sus integrantes y el sentido de pertenencia regional de los mismos. Ciertamente, el cambio de agencia ejecutora [del Instituto de Crédito Agrícola y Pecuario (ICAP) a la Fundación para la Capacitación e Investigación Aplicada a la Reforma Agraria (CIARA)] no afectó negativamente el desempeño de las actividades del proyecto.

En su organización interna, la creación y operación de las UTOs (Unidades Técnicas de Operación) que trabajaron en nueve jurisdicciones territoriales distintas puede considerarse un acierto del proyecto así como la organización de sus actividades por medio de las denominadas "rutas de trabajo” que permitieron sistematizar las labores de los técnicos y de las distintas instituciones coejecutoras. La formación, selección y designación de “promotores campesinos” como asistentes a los servicios del proyecto y agentes de cambio comunitario es considerada, también, una muy acertada política gerencial que ha potenciado los efectos positivos del proyecto. Por cierto, la revisión preliminar de la información disponible muestra también capacidades adecuadas en las labores de contratación de obras civiles a costos aparentemente inferiores a los de referencia.

Asimismo, el proyecto desarrolló una acertada política de convenios interinstitucionales con diferentes instituciones públicas de nivel nacional o estatal, aprovechando recursos ajenos al presupuesto asignado al mismo (p.ej. programa “Sobremarcha”). Lamentablemente, en los últimos meses la falta de recursos presupuestarios interrumpió buena parte de estas actividades.

Las relaciones interinstitucionales con instancias comunales o estatales nunca fueron descuidadas por el proyecto, pero los resultados obtenidos muestran logros desiguales según las zonas y, en general, un balance de tareas todavía inconclusas.

El sistema de Seguimiento y Evaluación (SyE) desarrolló adecuadamente sus actividades, incluyendo un estudio de base y el establecimiento de indicadores adecuados para el seguimiento de los componentes así como un excelente estudio de sistematización de resultados. Sin embargo, existieron algunas deficiencias operativas para recoger información de género y para concretar estudios completos de impactos.

Recomendación 1

Es sumamente importante mantener los equipos de la UEP en plenas funciones hasta la finalización del proyecto. En rigor, si se concreta una segunda etapa de PROSALAFA, los equipos de la UEP deben participar activamente en las tareas de formulación como contrapartes de los equipos técnicos internacionales. Se recomienda asegurar la estabilidad de los equipos técnicos de la UEP hasta la finalización del proyecto y más aún durante la eventual transición a una segunda etapa.

Recomendación 2

Para los fines de “cerrar el proyecto” adecuadamente o para la formulación de la segunda etapa del mismo, es sumamente importante contar con una unidad de SyE plenamente en función y ejecutando varias actividades aún inconclusas. Se recomienda especialmente asegurar la plena actividad de las funciones de SyE para que esta unidad pueda completar los registros de seguimiento e impactos del proyecto y para que se completen estudios que sirvan ya como insumos para la formulación de una segunda etapa, ya como insumos conceptuales para la formulación de futuros proyectos en el país. En particular, la elaboración de un Estudio de Línea de Base actualizado será de gran utilidad para la segunda etapa de PROSALAFA.

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Aprovechamiento y manejo de recursos hídricos

Después de casi diez años de implementación en un difícil contexto institucional y económico, el PROSALAFA consiguió combatir con éxito el principal obstáculo detectado durante la formulación o sea la escasez de agua para consumo humano y para fines de irrigación y abrevaderos animales. Este resultado se obtuvo con eficacia y eficiencia gerencial y fuertes logros en la motivación y organización de base no existentes previamente en la zona. Sin embargo, los logros obtenidos son todavía insuficientes para satisfacer tanto la demanda inicial como las demandas generadas durante estos años de ejecución.

PROSALAFA se formuló en la región semiárida de los Estados de Lara y Falcón, ocupando una enorme superficie geográfica (aproximadamente unos 12 300 km2 en total). La mayor parte del territorio seleccionado presenta un relieve montañoso con planicies y valles entre cordones y un paisaje de serranías y colinas. El clima varía entre el semiárido y el mixto árido llegando al árido costero en las áreas cercanas al mar. Las durísimas condiciones climáticas y agroecológicas condicionaron desde siempre los asentamientos poblacionales. Las restricciones a la producción agropecuaria son, en consecuencia, numerosas y severas en la mayor parte del área.

La mayor restricción identificada para el mejoramiento de las condiciones de vida y de producción de esta población fue la disponibilidad de agua. Frente a este diagnóstico, el proyecto propuso una serie de soluciones para abastecer de agua para consumo humano, para abrevaderos de los hatos caprinos y para riego en pequeñas áreas de cultivos intensivos con “salida de mercado”. La organización de los beneficiarios se privilegió como actividad relevante para viabilizar y potenciar las acciones incluidas.

En la captación y acumulación de agua de lluvia para consumo humano el proyecto sobrepasó las metas originales en un 35% en cantidad y volumen de agua acopiada. Se logró incrementar la cantidad de familias beneficiadas (mas de seis veces lo previsto originalmente) con lo cual se llegó a 2 700 familias y 16 200 personas. En relación a la Rehabilitación y construcción de lagunas, las lagunas mixtas construidas fueron 130 contra la meta de 218. Se destaca que se aumentó por laguna la superficie regable (26%) y la cantidad de cabras abrevadas (197%). A estas cifras hay que agregar la reparación de 42 lagunas pre-existentes en estado de abandono. Para las lagunas abrevadero se sobrepasó la meta (169 contra 150) y también la cantidad de agua acumulada en un 19%, esto originado en que las lagunas se hicieron de un tamaño mayor al previsto (9 591m3 contra 6 500 m3). Los pozos y perforaciones que se habían previsto en el Informe de Evaluación Ex Ante (IEA) no fueron realizados. Esto significó la reducción de un 35% en las obras de riego previstas y unos 490 beneficiarios. Finalmente, en relación a las Obras Comunitarias, a pesar de que estas obras no habían sido consideradas en el IEA, se logró la construcción de 360 letrinas rurales, con recursos ajenos al presupuesto asignado directamente al proyecto.

Recomendación 1

La experiencia lograda en la programación y ejecución de aprovechamientos hídricos superficiales (incluidas las cisternas para agua para consumo humano) es un logro remarcable que puede y debe replicarse en el futuro ante las grandes demandas existentes. La adopción de tecnologías eficientes de riego (p.ej. goteo “artesanal” y/o moderno, ferti-irrigación y manejo integrado de plagas) es otro logro de gran importancia. Se recomienda su expansión durante el período que resta hasta la finalización del proyecto así como en una eventual siguiente etapa, lo cual brindará bases para elevar significativamente los ingresos de los beneficiarios. En el caso de las lagunas abrevaderos y mixtas, es importante considerar el efectivo cerco perimetral, tal como estaba proyectado para impedir el acceso de los animales a las lagunas abrevaderos y prolongar su vida útil y creando una barrera antiparasitaria.

Recomendación 2

Los esfuerzos de acumulación de agua se hacen ineficientes si las tecnologías de riego son primitivas a nivel de predios. El riego por inundación en condiciones de semiárido es un enorme desperdicio del recurso más vital y más escaso. En PROSALAFA el riego por goteo es el salto tecnológico que hay que aprovechar si se basa en la utilización de mangueras plásticas negras para conducir el agua desde los alumbramientos al lugar de aplicación utilizando la gravedad natural o la presión de los equipos de bombeo. Se recomienda mejorar la transferencia de tecnología adecuada de riego a fin de valorizar las inversiones realizadas y ampliar las áreas irrigadas bajo producción.

Recomendación 3

La falta de experiencias realizadas para la obtención de agua subterránea para fines productivos no permite extraer lecciones sobre su factibilidad futura, pese a los años de ejecución transcurridos. Por lo menos a nivel piloto, el proyecto debería haber encarado algunas de estas obras en localizaciones seleccionadas.

Para el caso de los pozos profundos, donde son necesarias grandes inversiones tanto para la perforación como para la instalación del equipo de bombeo y su posterior operación y mantenimiento, se consideró que estas características hacían inviable esta solución para los productores meta del proyecto. Además, debe destacarse que la disponibilidad de aguas profundas sostenibles es un tema muy complicado en el semiárido de Venezuela dada la gran competencia que existe para su extracción y la falta aún de un marco legal regulatorio aplicado apropiadamente. Sin embargo, también se abandonó toda otra acción para aprovechar aguas subterráneas a menor profundidad: el proyecto debería haber desarrollado una serie de experiencias para aprovechar los subálveos de las quebradas y de los ríos a través de pozos someros y galerías filtrantes. Estas obras son de muy bajo costo y pueden ser realizadas directamente por los productores. Se recomienda se realicen aunque sea experiencias piloto de estas características en lo que resta de la ejecución del proyecto.

Recomendación 4

La posibilidad de habilitar áreas adicionales de riego mediante pozos, preferiblemente pero también usando los recursos disponibles para continuar con los aprovechamientos superficiales, manejadas cooperativamente y con el uso de conducciones con mangueras, podría ayudar a mejorar efectos distributivos producidos hasta ahora casi exclusivamente hacia los beneficiarios poseedores de tierras aledañas a las lagunas ya construidas. Se recomienda desarrollar experiencias piloto de estas características. Sus resultados serán útiles tanto para completar las acciones del actual proyecto como para probar propuestas a desarrollar en una segunda etapa.

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Recursos naturales y manejo ambiental

PROSALAFA demuestra la necesidad de introducir enfoques integrales de manejo ambiental en proyectos de combate a la pobreza rural en frágiles condiciones ecológicas del semiárido tropical. El objetivo de lograr un “ordenamiento racional de los recursos naturales” fue marginalmente alcanzado por el proyecto tanto a causa de deficiencias en la ejecución como también en el enfoque propuesto en el diseño.

La existencia de ecosistemas semiáridos en los trópicos está generalmente asociada a la presencia de contingentes de población rural pobre. La interacción entre la fragilidad del ecosistema y la escasa productividad agropecuaria a él asociada está en las raíces de las condiciones de pobreza allí localizadas. En una visión frecuente, se asocian las prácticas productivas de los pequeños productores a la destrucción de los recursos naturales y a la desertificación. Frente a este tipo de diagnóstico, las típicas propuestas se concentran en recomendaciones de orden agronómico tendientes a la intensificación de las actividades agrícolas de los pequeños productores y a difundir conocimientos y prácticas para conservar suelos y aguas. Cabe agregar que no necesariamente estas propuestas incluyen todos los elementos necesarios para hacer eficaz el logro del equilibrio entre el ecosistema y la producción.

PROSALAFA muestra un ejemplo dónde este tipo de propuesta es francamente insuficiente. Por un lado, se ignora la presencia de otros agentes económicos y sociales (p.ej. medianos y grandes ganaderos y agricultores bajo riego; leñadores; minería, etc.) cuyas actividades también atentan (y a veces en grado mucho mayor) contra la estabilidad del ecosistema. Por otra parte, la reversión de procesos de desertificación previamente iniciados requiere de intervenciones a nivel de cuencas que exceden, por sus dimensiones, las capacidades de pequeños productores de encarar obras y trabajos de la envergadura requerida. Además, pequeños mejoramientos en el manejo del ganado caprino en forma dispersa y relativamente descoordinada constituyen esfuerzos grandes para los productores pobres pero producen muy escasos impactos. Finalmente, la necesaria coordinación de acciones entre el sector público (normativa, puesta en vigor y control, obras públicas de dimensión considerable, etc.), el sector privado empresarial y los pequeños productores tiene que ser realizada en conjunto y armónicamente. De otra forma, los esfuerzos de cada una de las partes pueden tornarse infructuosos y vanos.

Recomendación 1

Implementar una serie de acciones, antes que se finalice el proyecto, para que las actividades que se realicen sean con un mayor enfoque integrado de manejo de suelos, agua y biomasa en zonas semiáridas. Se recomienda en especial la realización de un estudio de la capacidad productiva de la pradera natural existente utilizando técnicas satelitales de bajo costo en relación a los beneficios. La determinación de la producción de biomasa es la única forma que permitirá determinar el ajuste necesario de la carga animal actual de la pradera para los sectores de intervención del proyecto y, en lo posible, hacerlo por cuencas y microcuencas. En efecto, esto permitirá realizar una primera aproximación de zonificación del área del proyecto teniendo en cuenta la fragilidad del medio en cuanto a sus recursos limitantes: agua y vegetación, para poder priorizar y focalizar los esfuerzos de manejo de cuencas para el pastoreo animal en el futuro.

Recomendación 2

En el mismo sentido, se recomienda introducir a la brevedad un estudio de la resiliencia de las biomasas forrajeras, tanto herbáceas como arbóreas naturales e introducidas, con la finalidad de medir los potenciales de carga animal sobre la base de balances forrajeros y de acuerdo a los datos climáticos que se recojan en el mismo sitio.

Recomendación 3

Es importante que el proyecto abra el abanico de oferta a los productores caprinos que no hayan adoptado el paquete tecnológico intensivo o semi-intensivo que se ha ofertado hasta ahora, ya que por sus características apunta a un segmento minoritario de productores. De una visión centrada en aspectos técnico-productivos se debería proporcionar también una alternativa de manejo de la pradera natural del semiárido. Bajo ningún concepto se debe abandonar lo realizado pero al mismo tiempo es recomendable redireccionar el enfoque de la transferencia tecnológica para estas crianzas.

Recomendación 4

Las experiencias exitosas de conservación de microcuencas (particularmente en Falcón) son un resultado exitoso cuya expansión y réplica a otras zonas del proyecto daría bases más sustentables a estas intervenciones. Se recomienda ampliar las superficies de las áreas demostrativas construyendo mayores zonas de captación de aguas utilizando las técnicas de cosecha de aguas de lluvia.

Recomendación 5

Es sumamente importante involucrar más actores sociales e institucionales con conciencia y capacidad de acción para frenar y revertir el proceso de degradación de los suelos. Se recomienda involucrar orgánicamente al Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARN) en estas acciones así como a autoridades estatales y municipales. En particular, se recomienda (a) el establecimiento de un convenio con el sistema educacional regular con una población estudiantil que supera los 8 000 alumnos para introducir el tema central del medio ambiente y su cuidado entre la juventud de la región; (b) Que la UEP y los productores se sometan a una capacitación en las técnicas básicas de manejo de recursos naturales para el pastoreo del semiárido de los estados de Falcón y Lara. Familiarizarse con estos aspectos es un paso necesario para poder llegar a producir un impacto de significación en los años próximos en el área de intervención; (c) Potenciar las relaciones y solicitar apoyo de agencias internacionales especializadas en esta temática: en particular, el Mecanismo Global de Lucha contra la Desertificación, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), aprovechando las acciones ya iniciadas por CIARA en este sentido.

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Capacitación

El PROSALAFA ha alcanzado a casi 6 500 familias del área con distintos servicios aunque primordialmente con acciones de capacitación. Estas metas son un logro remarcable respecto a la situación de partida. La capacitación de los productores es considerada uno de los logros más significativos del proyecto y un elemento fundamental para el aumento de las capacidades no solamente técnicas sino fundamentalmente de autoconfianza y organización de los pobladores.

La capacitación a productores y demás beneficiarios alcanzó resultados significativos. Se realizaron 466 eventos dirigidos a los productores, participando 3 489 hombres y 3 411 mujeres. Estas metas fueron superiores a las programadas. Buena parte de estas actividades se realizaron con otras instituciones en convenio con la UEP.

En particular, cabe destacar el establecimiento del grupo de “Promotores Campesinos” como sistema complementario a la capacitación y a la transferencia de tecnología en las comunidades. Se seleccionaron 70 pobladores, se los capacitó especialmente y se los transformó en agentes permanentes de capacitación y promoción en las comunidades.

Sin embargo, PROSALAFA, como otros proyectos, comenzó con un barrido muy amplio de temas ligados generalmente a las acciones de promoción del proyecto. Este proceso genera que después se mantienen “inercias” de oferta institucional y se pierde la posibilidad de satisfacer demandas más estructuradas por parte de los beneficiarios y a un menor costo global.

Recomendación 1

Se recomienda re-enfocar la capacitación como un proceso de capacitación modular por áreas temáticas estratégicas que considere tanto las demandas identificadas como las capacidades de oferta institucional existentes. La identificación de ofertas de capacitación debería incluir las demandas del entorno regional sin circunscribirse estrictamente a las áreas del proyecto para aumentar la competitividad de la fuerza de trabajo local que, inevitablemente, migrará temporariamente a estos destinos. Se recomienda comenzar a diseñar mecanismos que incluyan estas demandas de capacitación. Este enfoque será mucho más eficaz y eficiente que un conjunto de numerosos eventos sin conexión alguna y respondiendo solamente a la oferta institucional.

Recomendación 2

En relación al grupo de Promotores Campesinos, se recomienda fortalecer la edición del periódico “El Semiárido” de los promotores campesinos en coordinación con FUNDALECTURA, e intentar una experiencia similar en el Estado de Lara. Asimismo, diseñar y ejecutar un proceso de formación complementaria para los promotores campesinos a efectos de acreditarlos como capaces de brindar servicios.

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Generación y transferencia de tecnologías

Dadas las ventajas competitivas de la región para la producción de hortalizas bajo riego, tanto el riego como la adopción de tecnologías adecuadas para asegurar productividades rentables son un requisito indispensable para el incremento de la producción. PROSALAFA ha contribuido con éxito a proveer de áreas irrigables y de generación, validación y transferencia de tecnologías necesarias a los beneficiarios del proyecto aunque con alcances aún limitados.

En efecto, la producción hortícola bajo riego del estado de Lara abastece casi totalmente el consumo nacional de cebolla, tomate y pimientos y altos porcentajes del consumo de melón y sandía. También la producción a secano de piña y otros cultivos (p.ej. zábila) de la región es la mayor a nivel del país. Grandes empresas agrícolas con importantes inversiones en sistemas de riego son los principales agentes de la producción. Por cierto, son también una de las principales fuentes de empleo extra-finca para los pobladores rurales pobres de la región. Esta situación estructural brinda y brindará un “nicho de mercado” permanente a los pequeños productores en tanto y en cuanto logren superar las restricciones tecnológicas y mejoren los canales de comercialización.

PROSALAFA, en relación a la generación, validación y transferencia de tecnología en las explotaciones, programó para llegar a unos 5 200 productores 100 ensayos de validación y más de 300 jornadas de prácticas en los principales cultivos y crianzas de la zona. Los resultados obtenidos superaron ampliamente estas metas. Se llego a mas de 6 000 productores mediante 329 ensayos de validación y más de 6 700 actividades de transferencia de tecnología. Durante la implementación del PROSALAFA se innovó en métodos de validación y transferencia tecnológica con las Unidades Demostrativas de Referenciales Tecnológicos (UDRT), los Comités de Investigación Agrícola Local (CIAL) y el establecimiento de los Promotores Campesinos (180). La validación de modelos caprinos intensivos o semiintensivos es un logro positivo pese a la todavía limitada adopción por parte de los productores.

En efecto, se estima que solamente la mitad de los beneficiarios han incorporado las sugerencias del proyecto y han mejorado sus prácticas productivas. El sector de actividad donde ha habido la mayor receptividad se refiere a la conservación de los recursos hídricos (74%), seguido de las actividades caprinera y de producción vegetal (47% y 44% respectivamente). Además de las restricciones hídricas, la adopción de tecnologías por más productores parece haber estado frenada por el escaso tiempo de maduración de las actividades de transferencia las cuales, recién a partir de 1998 incorporaron instrumentos más eficaces y novedosos: p.ej. promotores campesinos, UDRT y CIAL.

Recomendación 1

Es importante no desfinanciar las distintas modalidades de transferencia tecnológica. Se recomienda reanudar selectivamente los convenios con el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA), la Universidad Centrooccidental Lisandro Alvarado (UCLA) y otros organismos con experiencias exitosas de transferencia hasta el fin del período de implementación de esta fase del proyecto así como asignar recursos suficientes que permitan continuar las actividades de los UDRT y CIAL.

Recomendación 2

La adopción de tecnologías productivas se ha visto potenciada cuando se cuentan con recursos hídricos suficientes para las metas de producción a nivel de fincas. En este sentido, se recomienda aumentar la transferencia de tecnología en riego por goteo y otras prácticas ahorradoras de agua.

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Comercialización de insumos y productos

La comercialización de insumos y productos agrícolas constituye todavía un obstáculo al logro de mayores ingresos agropecuarios por parte de los beneficiarios. Si bien existen mercados estables y en expansión para la mayor parte de los productos hortícolas, los canales de comercialización son todavía imperfectos y generan condiciones para ganancias extraordinarias por parte de los intermediarios. Los productos agropecuarios “no tradicionales” y las artesanías requieren aún de apoyo para desarrollar mercados y canales de comercialización más eficaces.

En general, el proyecto excedió con creces las metas propuestas de realización de estudios, capacitación y transferencia de tecnología en temas relacionados con mercados y productos, además del apoyo a la creación de microempresas rurales.

Así, los esfuerzos que el proyecto realizó se centraron en el ámbito de lo local y en aspectos de capacitación. A través de la participación en ferias y exposiciones locales y regionales de carácter artesanal, se dio paso a la identificación de mercados, al mismo tiempo que se pudo dar inicio a formas de organización de los artesanos y fortalecimiento organizativo de las actividades productivas.

Se realizaron estudios de factibilidad de sub-productos caprinos y de la comercialización de algunas hortalizas, sisal, licor de cocuy, zábila, conservas de leche, etc. Del análisis de estos pequeños estudios, se comenzó la implementación de un servicio de información diaria de los precios agrícolas a nivel de mercado y análisis de su evolución según la estacionalidad, tanto de precios de algunos productos agrícolas como el de los animales en pie.

Empero, la gran dispersión geográfica de las pequeñas fincas, la lejanía hasta los “centros de mercadeo” y la falta de organización de los productores pequeños generan condiciones para que los intermediarios que se acercan hasta los predios tengan un poder asimétrico de negociación.

El subcomponente de comercialización y microempresas requiere a partir de ahora una atención más específica. Hasta la fecha, fundamentalmente se ha capacitado en forma relativamente genérica en el tema de comercialización.

Recomendación 1

Lejos de recomendar que los campesinos se “transformen” en comerciantes, se trataría de que el proyecto lleve a cabo actividades que aumenten su poder de negociación con los agentes de la comercialización. Además de acciones como las actuales (p.ej. información sobre precios en los mercados cercanos de insumos y productos), el proyecto debería ampliar la gama de actividades de apoyo. En este sentido, para los productos hortícolas tradicionales, se recomienda que el proyecto fortalezca acciones de organización de los productores que aumenten su poder de negociación: p.ej. compras conjuntas de insumos, venta de cantidades mayores en lugares estratégicos, etc. Se espera, como en otras situaciones similares, que las ventajas de este tipo de organización involucren también a los agentes intermediarios (p.ej. con menores costos de acarreo y transporte, con mayor certidumbre de aprovisionamiento, etc.).

Recomendación 2

Se recomienda que el proyecto asuma como función gerencial permanente el apoyo a los productores en estos temas. En la formulación de la segunda etapa, se deberá prestar especial atención a estos aspectos estudiando opciones eficaces: p.ej. la constitución de una unidad central que se ocupe del tema para los dos estados, Falcón y Lara, además tener encargados estatales. En particular, se deberían focalizar y reforzar acciones en los productos de las microempresas locales.

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Pescadores artesanales

Los resultados obtenidos en relación al apoyo a la pesca artesanal fueron muy inferiores a los programados en el IEA. La principal actividad programada, a saber, la construcción y provisión de 30 embarcaciones a unas 180 familias asociadas, no se cumplió. De hecho, solamente dos embarcaciones pudieron ser entregadas con beneficios para sólo cuatro familias. Este grupo particular de beneficiarios del proyecto sigue presentando situaciones de pobreza extrema y marginalidad.

Aparentemente, restricciones de orden cultural y un entramado de relaciones de poder que involucran a intermediarios y armadores generan fuertes barreras al asociativismo de los pescadores artesanales, en especial de los más pobres que constituyen los trabajadores con “salarios a destajo”.

Este grupo sería el grupo-objetivo del proyecto por lo que el fracaso relativo en lograr su organización autónoma explicaría los magros resultados obtenidos. Cabe señalar que la morosidad en los créditos otorgados a los pescadores es casi cuatro veces mayor a la morosidad media en el Estado de Falcón. Estas conductas se asocian también a idiosincrasias particulares de estos grupos sociales para lo cual lograr cambios culturales requiere mayor esfuerzo y enfoques adecuados y específicos.

Recomendación 1

Por razones de equidad distributiva es importante no dejar de lado la atención a este grupo poblacional de habitantes del área del proyecto. Se recomienda impulsar un estudio específico sobre el funcionamiento de este subsector productivo y social a fin de diseñar intervenciones más adecuadas para combatir la pobreza y promover su desarrollo económico y social antes de la finalización del proyecto. Este estudio debería ser encargado a una institución especializada en el sector. Los resultados del estudio propuesto anteriormente deberían ser utilizados como insumos para la formulación de acciones más eficaces en una eventual segunda etapa del PROSALAFA así como para que otras instituciones (p.ej. INAPESCA) formulen proyectos y/o actividades específicamente dirigidas a beneficiar a estos pobladores.

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Titulación de tierras

Los resultados obtenidos en relación a levantamientos catastrales y títulos de propiedad fueron exiguos. Se programaba obtener los títulos de toda la tierra incluida en el componente de riego y ordenación de cuencas pero solamente se han logrado regularizar menos de 160 casos sobre una demanda estimada en más de 1 100 predios. Sigue siendo importante avanzar en la regularización de la tenencia precaria de tierras de los pequeños productores.

La precariedad jurídica sobre los derechos de propiedad fundiaria se mantiene en el área del proyecto. Esta situación podría haber constituido, en otras circunstancias, un obstáculo importante para la construcción de obras de infraestructura hídrica y otras mejoras permanentes pero, en realidad, no parece haber ocurrido así. La posesión “de hecho” de las tierras beneficiadas es respetada por las comunidades y no se registraron casos de litigio. La UEP, acertadamente, decidió llevar adelante obras aún en fincas sin títulos perfectos pero con evidencias de posesión debidamente acreditadas.

Sin embargo, la falta de títulos de propiedad constituye un obstáculo importante para garantizar operaciones de crédito formal.

El proyecto ha realizado eficientemente las gestiones administrativas necesarias pero lamentablemente el contexto en el cual debió actuar, con continuos cambios de políticas y estrategias respecto a la temática no le ha permitido lograr las metas.

En virtud de que la Institución que reemplaza al Instituto Agrario Nacional (IAN), según la nueva Ley de Tierras, es el Instituto Nacional de Tierras (INTI) que recientemente ha iniciado sus funciones, la Dirección de PROSALAFA ha iniciado los contactos con la Oficina Regional del INTI en el Estado Lara, para continuar los trámites de los títulos de uso, goce y disfrute.

Recomendación 1

Se recomienda continuar con las acciones en marcha en titulación y para las nuevas adaptarse a las formas de presentaciones que está patrocinando el INTI. De hecho, los cambios legales y normativos aprobados en los últimos dos años generan condiciones favorables para revertir la situación de estancamientos en estas acciones.

I. Servicios financieros rurales

El componente de crédito y servicios financieros se ejecutó en forma sustancialmente diferente al diseño original el cual presentaba importantes deficiencias tanto en la estimación de la demanda de financiamiento como en la propuesta de oferta y canalización de recursos de crédito. La ejecución financiera del componente alcanzó solamente al 18% de lo programado. PROSALAFA fue reformulando el componente a lo largo de su ejecución por lo que, a la fecha, coexisten tres modalidades de crédito [p.ej. Cajas Rurales, Fondo Rotatorio para Actividades Campesinas (FRAC) y Convenios con Fondos Estatales]. El análisis de la experiencia y la formulación cuidadosa de una estrategia sostenible de finanzas rurales son aspectos críticos para el futuro.

El PROSALAFA ejecuta el componente mediante tres líneas de acción, en forma paralela y simultánea. Estas líneas fueron sustancialmente diferentes a lo programado en el IEA lo cual, a juicio de esta evaluación intermedia, constituye una correcta adaptación, aunque no necesariamente completa, a los cambios de contexto y a las necesidades reales de los beneficiarios. De hecho, nunca se ejecuto el crédito a través del ICAP (que otorgaba altos subsidios a través de tasas de interés reales negativas). Se habilitó un Fondo Rotatorio para Actividades Campesinas con fondos del proyecto (FRAC) en 1996 y se firmaron convenios con fondos estatales con características similares al ICAP (FONDAEL y FONECRA) entre 1997 y 1999. Lo más novedoso y eficaz ha sido el establecimiento de Cajas Rurales [esquema similar al del Proyecto de Desarrollo de Comunidades Rurales Pobres (PRODECOP)].

En total se han atendido a un total aproximado de 1 400 productores en los dos estados, un número inferior al número de 2 454 identificado en la evaluación ex ante, implicando que solo se pudo cubrir un 57% de la población prevista. Se colocaron créditos por USD 963 000 en total de los cuales con fondos del proyecto sólo el 60% pues el resto se financió con los ahorros de los productores colocados en las Cajas Rurales.

En términos más específicos, las Cajas Rurales presentan una capacidad relativamente alta en términos de pertinencia, eficiencia y sostenibilidad de sus servicios. La fuerza del modelo se halla en distintos factores que merecen ser analizados en conjunto con las debilidades encontradas. Entre los elementos fuertes se destacan:
a) Un modelo acorde con las necesidades individuales para hacer circular recursos como resultado de un excedente o déficit en el nivel entre hogares, sobre todo aquellos de escasos recursos.
b) La Caja Rural representa una alternativa accesible y atractiva a otro tipo de prestamistas que cobran tasas de interés elevadas (“usureras”), de modo que la seguridad económica de hogares pobres está directamente en peligro en casos de emergencia.
c) Tratándose de un círculo donde se aplica rigor y control social para garantizar el repago de los préstamos otorgados.
d) En el medio local se dispone de la base para fiscalizar a los directivos de la Caja Rural, involucrados en el manejo de recursos financieros.
e) La Caja es un modelo legalmente válido que deja espacio para estimular el ahorro rural, en particular en lugares donde el acceso a intermediarias formales es escaso y no muy atractivo.
f) En el caso de fondos externos como los de PROSALAFA, la Caja representa un canal con bastante potencial para facilitar la ejecución del componente de crédito.
g) En casos donde la Caja logra consolidarse como entidad financiera local, se presenta la posibilidad de vincularla con el sistema financiero formal a través de instituciones bancarias.

A la par de las potencialidades también deberían de ser consideradas las debilidades de estos instrumentos, a saber:

a) La gestión de los recursos se lleva generalmente a cabo con personas de confianza, quienes son difícilmente reemplazables, bien sea por su buen desempeño (y no hay otras) o por su mal desempeño (y no quieren dejar su cargo). A menudo se presentan problemas de sucesión de mandos directivos.
b) En el proceso de crecimiento de la Caja, la administración contable necesita cierto grado de especialización profesional que a su vez requiere acciones de capacitación y asesoría externa que solo pueden realizarse por medio de proyectos u organizaciones externas.
c) De lograrse un crecimiento continuo de la Caja, surgen a menudo problemas entre los actores directivos de la Caja, quienes voluntariamente han propiciado su creación y maduración, y por el otro lado los técnicos que laboran según principios de remuneración. Entre los “voluntarios” y los “profesionales” la armonía no siempre está asegurada.
d) El modelo de las Cajas descansa en el control social en el reembolso de los préstamos a nivel de la comunidad parroquial, lo cual implica que la expansión en número de socios enfrenta un determinado límite. Fuera de la comunidad propia el control social ya no tiene la misma fuerza.
e) En el caso de retirarse el apoyo externo en áreas de organización y contabilidad, la continuidad de las Cajas se reduce sensiblemente y a la vez aumenta la tasa de “mortalidad”. Como cada Caja se considera como “sistema”, la dependencia de un ente externo es fuerte.
f) La vinculación de las Cajas entre ellas se logra difícilmente, puesto que la misma se lleva a cabo por un ente externo – un proyecto o una ONG – cuya razón de ser no siempre es la consolidación del sistema de las Cajas sino garantizar su propia continuidad operativa.

En breve, debe señalarse que se ha creado un gran interés, compartido entre muchos actores y organizaciones, en la contribución del proyecto al montaje de un sistema financiero rural sostenible, más allá de la mera colocación de recursos financieros.

Recomendación 1

Se recomienda que la canalización de los recursos crediticios del proyecto debería concentrarse en un moderado financiamiento externo de las Cajas Rurales. Ellas representan la base más sólida para una adecuada colocación y recuperación de los préstamos. Ello no quiere decir que se debería de parar las operaciones del FRAC por completo, sino que las mismas se vinculen exclusivamente con las Cajas o sus asociados.

Recomendación 2

Respecto a las tasas de interés cobradas en forma activa por el uso de los recursos de PROSALAFA, se recomienda la aplicación exclusiva y única de tasas de interés reales y positivas. Cualquier tasa que se mueva por debajo del nivel de la inflación, tenderá a confirmar las prácticas “heterodoxas” que han sido implícitamente permitidas en el proyecto desde su arranque formal en 1993. Ningún prestamista debería de aceptar la pérdida de valor real de sus recursos prestados, siendo interno o externo al área de cobertura del proyecto.

Recomendación 3

Para la consolidación del sistema de las Cajas, se recomienda iniciar un diálogo con representantes de las Cajas en ambos Estados, con miras a la creación de una entidad de segundo grado (central, federación o asociación) que pueda asumir responsabilidades en algunas áreas clave, tales como: (a) la canalización y administración de recursos externos, tanto de PROSALAFA como de otras fuentes (eventualmente del nivel nacional); (b) el mantenimiento de registros contables de Cajas Rurales pequeñas o relativamente débiles, las que no disponen de capacidad de encargarse de una gestión por cuenta propia; (c) el seguimiento y monitoreo de las Cajas, con miras a uniformizar los criterios de financiamiento y registros contables; (d) la capacitación de directivos a nivel de juntas y comités de crédito en temas tales como la evaluación de solicitudes y proyectos a financiar, gestión de cobro, gestión financiera (tasas de interés), manejo de ahorros y la formulación de estrategias de expansión.

Recomendación 4

Se recomienda desde ya promover estudios para analizar la factibilidad de desarrollo de una institución financiera formal en los Estados de Lara y Falcón, creada y orientada bajo criterios de gestión autónoma y de sostenibilidad financiera e institucional. Este estudio debería ser un insumo crucial para la formulación de los componentes correspondientes en una segunda etapa del proyecto.

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Organizaciones y formación de capital social

El establecimiento de organizaciones de base, prácticamente inexistentes al inicio del proyecto, ha sido sumamente exitoso. Actualmente existen más de 900 grupos organizados en torno a fuentes de agua y unos 270 caseríos organizados alrededor de otros servicios (88% inscriptos legalmente). La consolidación de estas organizaciones con niveles de desarrollo más amplios y profundos (p.ej. con la conformación de organizaciones de segundo nivel a escala municipal y/o regional) es todavía un proceso incipiente. Ciertamente, buena parte de la sostenibilidad de las acciones y logros alcanzados dependerá de alcanzar estos niveles organizativos.

Se ha constatado que, actualmente, las comunidades disponen de estructuras organizativas capaces de identificar sus necesidades, plantear sus demandas en forma de solicitudes a entidades que promueven el desarrollo e impulsar actividades para resolver su problemática, demuestran un nivel satisfactorio de apropiación de los métodos y procesos impulsados y mantienen una actitud propositiva y reclamativa ante las instancias político- administrativas. Las comunidades experimentan un avance en la recepción de servicios de entes estatales y privados debido a su capacidad organizativa apoyado en la creación de condiciones por parte de PROSALAFA, brindando apoyo logístico y financiero para la realización de actividades derivadas de este tipo de relación institucional.

Sin embargo, no se han registrado avances en esquemas organizativos de segundo nivel que aglutinen productores y organizaciones de base, orientados a la gestión de servicios especializados, tales como comercialización de insumos y productos y servicios financieros. En efecto, existe una atomización de pequeñas organizaciones de productores a veces del mismo rubro, unidos a partir de una obra, principalmente lagunas, lo que limita la inserción en actividades económicas en escalas más dinámicas.

Probablemente, una de las causas sea que no ha existido el acompañamiento apropiado en la ejecución de actividades derivadas de convenios con instituciones estatales y la imposibilidad de materializar las ideas derivadas de la capacitación por lo que hay poca integración e incidencia de los productores en instancias de decisión oficiales a niveles parroquiales, municipales y estatales.

Recomendación 1

Se recomienda una definición, por parte de la UEP sobre la base del tiempo y recursos disponibles, en concertación con organizaciones de productores, de una “estrategia de salida” y sostenibilidad organizativa, que contemple la conexión con gobiernos municipales, estatales e instituciones. Esto implicará asignar tiempo y recursos a la preparación de un programa de actividades a ser desarrollado antes de la finalización del proyecto. Tal programa deberá incluir, al menos: (a) Bases para el establecimiento de relaciones entre organizaciones de productores y la institucionalidad municipal, estatal y nacional a efecto de obtener compromisos de atención de la población post proyecto vía la institucionalidad nacional, estatal o municipal u otra iniciativa a futuro; (b) Impulsar la legalización de las asociaciones civiles que todavía no se inscriben en el registro subalterno municipal; (c) Mejorar mecanismos de coordinación, comunicación y seguimiento para ejecución de actividades realizadas en el marco de convenios institucionales, incorporando los gobiernos municipales y estatales para la conexión institucional-comunitaria.

Recomendación 2

Se recomienda establecer las bases para la creación y fortalecimiento de organizaciones de mayor dimensión para: i) gestión de servicios especializados tales como comercialización de insumos y productos; ii) y/o asociaciones por actividad económica, con cobertura geográfica territorial de parroquia y municipio. Estas tareas deberían iniciarse a la brevedad y constituir un insumo crucial para la eventual segunda etapa del proyecto. Entre ellas, deberían incluirse: (a) La contratación de personal especializado en esta temática; (b) La promoción de mayor articulación con instancias comunitarias (asociación de vecinos), municipales y estatales para formulación de propuestas y gestión de recursos; (c) La profundización del diálogo y asesoría a los gobiernos estatales para generar mecanismos de concertación institucional entre entidades públicas y privadas en búsqueda racionalizar la oferta y canalizar las demandas de la población.

Recomendación 3

Se recomienda continuar fortaleciendo los recursos humanos en las organizaciones de base actuales en función de los objetivos futuros planteados. En este sentido, el proyecto debería tomar acciones inmediatas para: (a) Establecer las medidas normativas y reglamentarias para facilitar mayores oportunidades para nuevas dirigencias comunitarias, con énfasis en la población con menos experiencia en toma de decisiones –mujeres, jóvenes- con acompañamiento en capacitación; y (b) Dotar de mayores conocimientos, habilidades y destrezas a los promotores, impulsar la formación de una red entre ellos, articularlos a instancias organizativas de los productores y presentarlos como oferta de servicios ante autoridades institucionales, organismos privados, alcaldías y gobiernos estatales.

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Género

El enfoque de género fue adoptado con éxito por PROSALAFA a pesar de la persistencia de algunas carencias conceptuales y operativas. Si bien el diseño del proyecto abordaba el tema género fundamentado en el enfoque "Mujer en Desarrollo” propio de la época en que se formuló el mismo, el proyecto se orientó hacia el nuevo enfoque de género en desarrollo, lo que denota la capacidad de PROSALAFA de adaptarse a los avances del tema.

El trabajo del enfoque de género ha sido exitoso, desde el punto de vista del proyecto de facilitar a mujeres y hombres el acceso a los servicios que oferta y de lograr una mayor integración familiar en torno a actividades productivas, artesanales, microempresariales, crediticias y una forma más equitativa en la relación familiar y social.

Los resultados obtenidos fueron satisfactorios: (a) La membresía femenina de mayor importancia relativa se manifiesta en las microempresas y artesanías, con un 54%, le siguen en el orden las cajas rurales y asociaciones vecinales (42%), las de cisternas (22%) y finalmente las asociaciones de productores (17). (b) Del total de participantes en eventos de capacitación recibidos por los productores durante la vida del proyecto, el 49,4 % corresponde a mujeres. (c) PROSALAFA apoyó la formación mediante capacitación, asistencia técnica y crédito, de 58 microempresas que benefician a 357 asociados(as), 193 son mujeres, que representa el 54%. (d) PROSALAFA apoyó financiera y técnicamente tecnologías ahorradoras de tiempo, tales como las cisternas para almacenamiento de aguas lluvias y de aguas suministrada por la municipalidad, letrinas y fogones mejorados que benefician a la familia en su conjunto y particularmente a la mujer. (e) En las Cajas rurales las mujeres constituyen el 42% de la membresía y participan activamente en calidad de accionistas y demandantes de crédito y ejercen mayoritariamente los cargos directivos.(f) Seguimiento y evaluación: La UEP ha desarrollado un adecuado esquema de formulación de planes operativos anuales, en los que desagrega las actividades por sujeto de atención hombres y mujeres, asignando recursos financieros y técnicos y determinando claramente en términos cuantitativos los alcances en cada uno de las componentes.

Sin embargo, el proyecto no desarrolló una estrategia concertada entre los actores que contemplase de manera clara y concreta una estrategia de género, la cual estableciera marco conceptual, indicadores de desempeño, metodología y formas de operación para la aplicación del enfoque de género y un sistema de seguimiento que permitiera medir los avances y ajustarlo. Tampoco se realizaron suficientes eventos formales de capacitación al personal técnico y no hubo este tipo de eventos con productores de base.

Persisten deficiencias entre las cuales se señalan: (a) aunque hay avances positivos, todavía hay dificultades en el sistema de información diferenciando actividades de componentes por sexo y no se conoce un conjunto de indicadores que permita el seguimiento; (b) en el programa de promotores campesinos hay poca participación de mujeres y en ningún caso la familia figura como promotora, aunque en la práctica algunas esposas e hijas apoyan la labor del promotor en actividades especificas; (c) hay todavía poca participación de mujeres y hombres en instancias municipales y estatales y en el caso de las mujeres es aun más limitada.

Recomendación 1

Es importante corregir algunas deficiencias operativas existentes. En particular, se recomienda contar con un(a) especialista en género y sistematización de estos aspectos para instalar explícitamente una estrategia de género en PROSALAFA durante la segunda etapa de ejecución. Tal especialista deberá profundizar los mecanismos metodológicos de abordaje a la familia y el sistema de información que permita visibilizar la participación de la mujer y hombre de manera diferenciada.

Recomendación 2

Se recomienda sistematizar junto a CIARA la experiencia en trabajo de campo en género, seleccionando una experiencia familiar de complementariedad de roles o de una línea de acción (microempresa o cajas rurales) y a partir de ahí difundir los resultados entre los actores. La sistematización puede ser insumo para definir una estrategia de género regional, sentar las bases para el diseño de estos aspectos en una segunda etapa y servir como lección que puede ser útil para otros proyectos en el País.

Recomendación 3

Es importante utilizar los esquemas exitosos de capacitación a nivel de las bases. En ese sentido, se recomienda involucrar a las familias de los promotores campesinos en acciones de capacitación de género, tal como lo hacen en la práctica algunos de ellos. Esto permitiría lograr considerar el hogar y la parcela como demostrativa – educativa y analizar cómo los incentivos pueden beneficiar a todos los miembros de la familia.

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1. El Acuerdo final fue firmado por: Sr. Efrén Andrades Linares, Ministro, Ministerio de Agricultura y Tierras; Cnel. (Ej) Jairo Llanos Morales, Presidente, Instituto Nacional de Desarrollo Rural; Sr. Leonardo A. Gil Mora, Director General, Fundación CIARA; Sr. Rafael Rangel, Director, Proyecto PROSALAFA; Sra. Blanca Alarcón, Ejecutivo Principal de Operaciones en Venezuela, Corporación Andina de Fomento; Sra. Linda Rodríguez, Presidente, APROCA (representante de los beneficiarios); Sr. Rodolfo Roa, Director General Cuencas Hidrográficas, Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales; Sr. Sixto Jeréz Quesada, Presidente, FONDAFA; Sr. Adán Chávez, Presidente, Instituto Nacional de Tierras; Sr. Jean Jacques Gariglio, Gerente de Operaciones, División de América Latina y el Caribe/FIDA; Sr. Paolo Silveri, Evaluador de Operaciones, Oficina de Evaluación/FIDA; Sr. Ruy de Villalobos, Jefe de Misión/FIDA.

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