México
El contexto
México es la segunda economía más importante de América Latina. Pese a ser un país grande de ingresos medianos altos, continúa teniendo elevados niveles de pobreza rural y profundas desigualdades sociales y económicas. Aunque en las zonas rurales vive apenas un 25 % de la población, alrededor de dos tercios de estas personas son extremadamente pobres.
Las disparidades son más profundas en las zonas rurales, donde el 61 %de la población indígena es extremadamente pobre, frente a apenas un 19 %de la población rural no indígena.Si bien al menos 6,7 millones de mexicanos hablan alguno de los 89 idiomas indígenas del país, las poblaciones indígenas son más pobres que las no indígenas.
El sector agrícola de México se enfrenta a crecientes vulnerabilidades y a la degradación de la base de recursos naturales. La falta de activos humanos y sociales, lo inadecuado de las inversiones con fines productivos y de las infraestructuras que aportan valor añadido, la escasez de recursos financieros y de servicios, la debilidad de la asistencia técnica del sector público y el acceso limitado a los mercados van en detrimento de las poblaciones rurales. Estas limitaciones disminuyen la productividad, el consumo y los ingresos y aumentan la pobreza.
Un factor clave en el desempeño del sector es que los pequeños productores carecen de acceso a la financiación. Si bien México cuenta con varios bancos nacionales de desarrollo, el acceso a la financiación rural sigue siendo un desafío. Según datos recientes del Gobierno, menos de 3 de cada 10 000 hogares pobres del medio rural tienen acceso al crédito.
Los cultivos más importantes para la economía de los pequeños agricultores, como el café y el maíz blanco estacional, a menudo están expuestos a los efectos nocivos de los fenómenos climáticos o las imperfecciones del mercado. Además, el país es vulnerable a los desastres climáticos, que se ven agravados por las prácticas agrícolas inapropiadas.
La estrategia
En México, los préstamos del FIDA priorizan el cambio climático —con especial hincapié en las estrategias de adaptación de los pequeños agricultores— y las actividades que promueven oportunidades económicas para los pueblos indígenas, los jóvenes del medio rural y los hogares rurales pobres encabezados por mujeres.
En sus esfuerzos en pro de la reducción de la pobreza, el Fondo combate el débil crecimiento de la productividad de la agricultura y del sector de los pequeños agricultores y campesinos, el escaso progreso hacia la reducción de la pobreza rural y la inseguridad alimentaria entre los hogares rurales, y la regresión del gasto público en la agricultura y la escasa calidad de la proporción que se invierte en los pequeños agricultores y los campesinos.
Entre las principales actividades cabe señalar las siguientes:
- ayudar a los pequeños agricultores y a los campesinos a aumentar sensiblemente su productividad fortaleciendo sus activos y sus capacidades organizacionales y de otros tipos y mejorando su acceso a los mercados de bienes y servicios y a los servicios públicos, y
- cooperar con el Gobierno en sus esfuerzos para que el gasto público destinado a los pequeños agricultores y los campesinos sea más eficiente y equitativo, en particular en lo referido a la coordinación, el diseño, la calidad y la pertinencia de los servicios, los efectos y la sostenibilidad a lo largo del tiempo, la capacidad organizativa de los beneficiarios, la participación y la transparencia sociales y las sinergias con las políticas sociales.
Programa sobre Oportunidades Estratégicas Nacionales basado en los resultados (COSOP): árabe | inglés | francés | español
Datos sobre el país
- México es un país de ingresos medianos y altos, y la segunda economía más importante en América Latina y el Caribe.
- Un factor clave en el desempeño de su sector agrícola es que los pequeños productores carecen de acceso a la financiación.
- El FIDA financia programas y proyectos de desarrollo agrícola en México desde 1980.