Sierra Leone
El contexto
La economía de Sierra Leona ha demostrado ser relativamente resiliente frente a dos importantes crisis externas: la Epidemia del Ébola de 2014 y una caída en los precios del hierro, una de sus principales exportaciones. Tras contraerse sensiblemente, la economía ha retomado el crecimiento, de la mano de inversiones en los sectores de la minería, la agricultura y la pesca.
Hasta el brote del virus del Ébola, en mayo de 2014, Sierra Leona, un país de siete millones de habitantes situado en la costa occidental de África, tenía una de las tasas de crecimiento económico más altas del mundo. Tras una guerra civil que duró 11 años, en 2002 el país comenzó a reconstruir sus instituciones de gobernanza y su economía con la ayuda de donantes internacionales.
Actualmente, una tasa de desempleo o subempleo juvenil del 70 %, las carencias de infraestructura, la corrupción, la escasa cohesión nacional y el reto que supone desarrollar políticas sólidas continúan siendo importantes desafíos.
Sierra Leona acusa elevadas tasas de pobreza rural. A nivel nacional, tres cuartas partes de la población viven en la pobreza, y una cuarta parte no puede costear su alimentación básica. Las deficiencias en materia de salud y vivienda, las elevadas tasas de mortalidad materna e infantil, el acceso limitado al agua limpia y niveles de ingresos extremadamente bajos son fenómenos frecuentes, en particular entre los hogares encabezados por mujeres, los jóvenes sin tierra y los agricultores en pequeña escala. Como consecuencia, la productividad es baja.
Mejorar la agricultura es fundamental para reducir la pobreza. El sector agrícola representó el 59 % del PIB en 2015 y emplea a casi el 62 % de la población activa. Es necesario mejorar el acceso de los agricultores a la tierra, el crédito, los insumos y las tecnologías. La ausencia de equipos modernos de elaboración limita las oportunidades de añadir valor y las deficiencias de las redes viales impiden a los agricultores acceder a los mercados.
La estrategia
El FIDA es el donante más importante y activo en el sector agrícola de Sierra Leona.
Durante la lucha contra el brote del virus del Ébola y con posterioridad a este, el Fondo apoyó al Gobierno. Ahora que la epidemia ha quedado atrás, continúa contribuyendo a la recuperación del país, en particular al establecimiento de la seguridad alimentaria, que es fundamental para la salud.
Entre las principales actividades, cabe señalar las siguientes:
- promover la agricultura mejorando el acceso de los pequeños productores al riego, las competencias técnicas y los mercados;
- promover la financiación rural, lo que permite a las poblaciones rurales acceder a servicios financieros confiables y sostenibles en materia de ahorros, créditos, transferencias y remesas, y
- promover el desarrollo local aumentando la participación de la población rural pobre en la gestión de las instituciones locales descentralizadas.
Programa sobre Oportunidades Estratégicas Nacionales basado en los resultados (COSOP):
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Datos sobre el país
Alrededor de 26 % de la población de Sierra Leona padece inseguridad alimentaria y no puede costear su alimentación básica, en tanto que 75 % vive en la pobreza.
Se estima que apenas 5 % de los agricultores tienen acceso a los servicios financieros.
El FIDA financia programas y proyectos de desarrollo agrícola en Sierra Leona desde 1980.