Senegal
El contexto
Ubicado en el litoral occidental de la región africana del Sahel, el Senegal tiene una superficie de 196 722 km² y una población que se estimó en 13,3 millones de personas en 2016.
Tras 10 años de escaso crecimiento, la economía del Senegal ha cobrado dinamismo y creció un 6,5 % en 2015.
La minería, la agricultura y la pesca son las principales actividades económicas.
Si bien el rápido crecimiento demográfico facilita el desarrollo económico, también supone un desafío: un 20 % de los jóvenes están desempleados, lo que ha producido un éxodo rural hacia la capital, Dakar, a otras ciudades y al extranjero..
Casi el 40 % de la población vive en las zonas rurales, donde la tasa de pobreza, de 57,3 %, duplica con creces a la de Dakar.
El Senegal importa casi el 70 % de sus necesidades alimentarias, y pese a que el 60 % de la fuerza laboral se dedica a la producción de cultivos alimentarios, hay personas que pasan hambre. Sin embargo, se cultiva solo el 65 % de los 3,8 millones de hectáreas de tierras cultivables del país, y se utiliza apenas el 30 % de las tierras de regadío. Las pequeñas explotaciones de subsistencia con cultivos de secano son la norma.
La productividad agrícola enfrenta los siguientes obstáculos:
- • precipitaciones inadecuadas o irregulares;
- • degradación del suelo;
- • falta de semillas y abonos de buena calidad;
- • uso de técnicas tradicionales y falta de servicios de apoyo técnico;
- • falta de acceso a la financiación;
- • deficiencias en materia de infraestructuras que limitan el acceso a los mercados o al agua;
- • regímenes inadecuados de tenencia de la tierra;
- • integración inadecuada en cadenas de valor poco organizadas y escaso desarrollo de la industria de procesamiento de alimentos.
Por cuanto producen el 80 % de los alimentos del país, empoderar a las mujeres y potenciar su productividad es fundamental para el desarrollo de la agricultura y las zonas rurales.
La estrategia
En el Senegal, los préstamos del FIDA ayudan a mejorar de manera sostenible la seguridad alimentaria y los ingresos de los pequeños productores, y crean empleos permanentes para la población rural, en particular para las mujeres y los jóvenes.
Los proyectos financiados por el Fondo mejoran el acceso de los pequeños productores y sus organizaciones a insumos y servicios agrícolas, a tecnologías apropiadas y a los mercados.
Las iniciativas se centran en desarrollar cadenas de valor sostenibles y en integrar a las mujeres y los jóvenes en las actividades económicas.
El FIDA también enseña a las poblaciones rurales a establecer y administrar empresas.
Datos sobre el país
Con un crecimiento de 6,5 %, la economía del Senegal fue la segunda de mayor expansión en África occidental durante 2015, después de Côte d’Ivoire.
Las mujeres de las zonas rurales, que producen el 80 % del alimento del país, representan casi el 70 % de la fuerza de trabajo del Senegal.
La pobreza tiene mayor incidencia en las zonas rurales, que albergan al 75 % de los hogares pobres.
El FIDA financia programas y proyectos de desarrollo agrícola en Senegal desde 1979..